Con la biorresonancia evaluamos el desequilibrio energético del cuerpo y le ayudamos a recuperar su armonía

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Terapia de biorresonancia cuántica con Julián Díaz
Llevo varios años dedicándome a las terapias alternativas o naturales y tres ampliando mi radio de acción las terapias de biorresonancia cuántica o magnética (o bioresonancia) donde he realizado un importante esfuerzo en formación y en la adquisición de los equipos más sofisticados en biorresonancia cuántica del mercado.
En el trabajo con estas máquinas no me he contentado con seguir sus manuales y programas preestablecidos, me he dedicado a investigarlas y experimentar con ellas para forzar sus límites y sacarlas todo el rendimiento posible.
No dejo de sentirme profundamente impresionado por el poder curativo de la biorresonancia y el importante apoyo e impulso que ofrece a mi práctica de las terapias naturales.
Descubre lo que la biorresonancia cuántica puede hacer por tu salud
Los que nos dedicamos a la medicina natural sabemos de la enorme cantidad de estudio y dedicación, del enorme esfuerzo y tiempo que invertimos en asimilar los conocimientos y las habilidades necesarias que aplicar en nuestra actividad curativa. La biorresonancia nos facilita mucho las cosas. De forma rápida, indolora y completamente segura, ayuda a nuestros pacientes a mejorar su salud. Es emocionante percatarse de ello, pero lo es mucho más todavía no alcanzar a vislumbrar cuáles son sus límites curativos y las muchas posibilidades que nos plantea. Me he convertido en todo un pionero de la biorresonancia en Toledo aunque siempre he ejercido mi profesión de forma ambulante allí donde hay alguien que me necesita ofreciendo enfoques que integran las terapias naturistas y biorresonancia en Madrid, Ocaña, Sonseca, Ciudad Real, Alcorcón, Valencia… Todo mi camino profesional y humano se puede resumir en mi objetivo más preciado: ayudar a mis pacientes a que encuentren el camino del bienestar físico y emocional, el camino hacia la salud. Para ello no he dejado de esforzarme en conciliar los medios curativos más importantes de la actualidad: la ciencia médica y las terapias naturales.
Muchos pacientes llegan a mí buscando una respuesta diferente de la medicina convencional, ya que ésta se suele centrar demasiado en los síntomas y los que nos dedicamos a las terapias complementarias nos enfocamos más en las causas. Pero este panorama es en realidad una simplificación: la ciencia y las terapias naturales son realidades que se retroalimentan entre sí y que deben cooperar para hacerse mejores, porque, en realidad, tienen el mismo fin.
A estas alturas del camino ya he resuelto la gran inquietud que me ha motivado siempre a continuar, porque he encontrado en la biorresonancia la simbiosis perfecta, la mejor herramienta para devolver la armonía y el equilibrio a las personas con problemas de salud. Me imagino que, muchos, a estas alturas, os estaréis haciendo la misma pregunta:
¿Qué es la biorresonancia?
La biorresonancia ve la luz en los años 70 de la mano de Franz Morell quien inicia los pasos de esta nueva disciplina terapéutica aplicando los desarrollos de la biofísica y mecánica cuántica. Supone ampliar el campo de trabajo sobre la energía corporal que se propone desde las terapias naturales Por ejemplo, todo lo relacionado con la circulación de la energía vital (Qi) por los meridianos, propio de la medicina tradicional china, o la energía autorregulada en busca de la curación, procedente de la kinesiología. El fin último de la biorresonancia es analizar y regular la actividad electromagnética del cuerpo.
En el organismo se producen corrientes eléctricas que generan campos electromagnéticos. Las células intercambian mensajes entre sí a través de determinados patrones de frecuencia electromagnéticos, una compleja y fascinante comunicación en la que se produce un intercambio de información crucial para armonizar el funcionamiento del cuerpo. Como bien sabemos los expertos en las terapias naturales, éste siempre tiende a autorregularse, es un sistema fascinante que busca la autocuración. Esta autorregulación sólo es posible si la comunicación entre las células es libre y eficiente a lo largo del cuerpo. Las vibraciones que se producen en este estado de salud se llaman fisiológicas, ondas propias de un cuerpo en equilibrio.
El problema viene cuando la comunicación celular se reduce o se ve interrumpida bruscamente por la aparición de las vibraciones patógenas, formas de energía que interrumpen esa comunicación y, con ello, los mecanismos de autocuración del cuerpo, produciendo la aparición de problemas de salud y el surgimiento de las enfermedades. La idea más fascinante que nos ofrece la biorresonancia es que no trata enfermedades sino que trata a las personas. No se centra en los síntomas, se dirige a las auténticas causas de los problemas de salud. No busca poner parches temporales, sino curar definitivamente.
¿Cómo funciona un equipo de biorresonancia?
Se basa en la capacidad del ser humano, en realidad de cualquier organismo vivo, de emitir y recibir esas vibraciones electromagnéticas. De ello surgen dos fases de trabajo:
Fase diagnóstica
La máquina analiza los patrones vibracionales que emite el cuerpo, detecta los patógenos y nos informa de cuál es su origen: intolerancias, deficiencias de ciertos órganos, la presencia de sustancias nocivas, emociones no resueltas…
Fase de tratamiento
Con el registro de las vibraciones nocivas, obtenidas en la fase anterior, en ésta se procede a aplicar estas mismas oscilaciones pero con carga invertida para su transformación en frecuencias sanas. En cierta forma, la máquina de biorresonancia recoge los patrones vibracionales patógenos, los corrige y luego los devuelve al cuerpo del paciente para volver a instaurar el orden natural.
¿Cómo se realiza la terapia?, ¿es cómoda?, ¿tiene contraindicaciones?
La terapia es cómoda, sencilla de aplicar y no produce ningún dolor o contraindicaciones. El paciente mantiene siempre una posición cómoda y relajada, ya sea sentado o tumbado. Se le colocan los electrodos en diferentes partes del cuerpo, en sesiones que pueden oscilar entre los 30 minutos a las 5 horas. Cada caso y cada problema de salud exigen diferente número de sesiones. Es de los métodos terapeúticos menos invasivos y molestos que conozco. El concepto de armonía lo domina todo, no sólo a un nivel conceptual, sino en todas las esferas de desarrollo del mismo.
¿Qué problemas de salud puede tratar la biorresonancia?
No me cansaré de decirlo: la biorresonancia no trata enfermedades, trata a personas. No pretende paliar síntomas, sino ayudar al cuerpo a activar sus mecanismos generales de autocuración y a recuperar y armonizar la energía celular perdida. Va siempre desde lo particular a lo general. Desde el ámbito de esos problemas concretos de salud puede abordar las enfermedades crónicas y degenerativas de todo tipo como alergias, problemas circulatorios, cansancio crónico, trastornos causados por materiales odontológicos, migrañas, dolor crónico y agudo, trastornos del sueño, dificultad de concentración y memoria, artrosis, depresiones, etc.
La biorresonancia no sólo ayuda a mejorar la salud regulando el sistema energético del cuerpo o luchando con las enfermedades, sino que se muestra como el complemento perfecto para otro tipo de terapias naturales: kinesiología, homeopatía, acupuntura, fitoterapia, etc. He encontrado en la biorresonancia, un perfecto aliado a la hora de impartir las diferentes terapias que desarrollo en mi quehacer terapeútico. Me entusiasma comprobar cómo se pueden potenciar hasta extremos inimaginables, las muchas ventajas que ofrecen las terapias naturales al asociarlas al trabajo de biorresonancia.
Tengo la absoluta certeza de que al incorporar la biorresonancia a mi magisterio terapéutico, he traído conmigo una tecnología que va a ayudar a mejorar la salud de muchas personas. Esa idea me infunde una motivación enorme, refuerza considerablemente la abnegación con la que me entrego al ejercicio de mi profesión. Llámame cuando quieras y acordamos una cita en mi consulta. Me encantará poder enseñarte las muchas cosas que la biorresonancia puede hacer por ti. La armonía vibrará expandiendo sus delicadas ondas por todo tu mundo.
La biorresonancia y las terapias naturales van de la mano
Mezclar conceptos como biorresonancia cuántica con disciplinas alternativas como la Medicina Tradicional China, por ejemplo, puede ocasionar algún chirrido a más de uno, al pensar intuitivamente que hay una falta de coherencia en esta asociación de ideas. Pero ésa es una apreciación superficial sin fundamento. La biorresonancia y las terapias naturales son complementarias y en mi opinión, aunque os pueda resultar chocante, en esencia son una misma cosa:
- Ambas tratan a personas antes que enfermedades porque son enfoques holísticos de la salud y porque se dirigen a las causas antes que a los síntomas.
- Ambas se centran en el sistema de energía que circula por el cuerpo e intentan maximizar su eficiencia y canalizarla de forma adecuada.
- Ambas enfocan y utilizan en su beneficio la capacidad de curación y autorregulación innatas del cuerpo.
No debemos desechar los aportes de la tecnología por concebirlos como “menos naturales”. Llamamos nuestras terapias “complementarias” porque es lo que son frente a la medicina tradicional, una disciplina perteneciente al ámbito del desarrollo científico.
La ciencia avanza y muchos de sus resultados son agresivos con la naturaleza, pero eso no quiere decir que sea mala en sí, sino, simplemente, que no se emplea adecuadamente. En buenas manos un medicamento es un bien enfocado al beneficio social; en malas, puede convertirse en una droga adictiva, con un efecto muy pernicioso para la comunidad en su conjunto. No hay nada más que cosntatar cómo muchos terapeútas naturales estamos empleando nuevos desarrollos tecnológicos para actualizar disciplinas milenarias, como pueda ser el caso de la cromopuntura o electroacupuntura respecto de la acupuntura tradicional.