Cromoterapia

Durante años, los científicos han estudiado los efectos que produce el color en el estado de ánimo, en la salud y en la manera de pensar. Incluso la preferencia hacia algún color particular se puede  relacionar con la reacción que provoca en el individuo.

El color se puede describir como luz, energía radiante y visible de ciertas longitudes de onda. Los fotorreceptores de la retina, llamados conos, convierten esta energía en colores. La retina contiene tres clases de conos: uno para el azul, otro para el verde y un tercero para el rojo. La combinación de los tres es lo que permite percibir los demás colores.

De acuerdo con el Dr. Alexander Schauss, director de American Institute for Biosocial Research, de Tacoma, Washington, la energía del color afecta al organismo estimulando las glándulas pituitaria y pineal. Esto redunda en la producción de algunas hormonas, lo que a  su vez, influye en varios procesos fisiológicos. Ésta es la razón por la cual el color influye de manera tan directa en nuestros pensamientos, en nuestro estado de ánimo y en nuestro comportamiento, una influencia que, según muchos expertos, no tiene nada que ver con factores psicológicos o culturales. Sorprendentemente, parece que el color produce efectos incluso en las personas ciegas, quienes percibirían el color como resultado de las vibraciones energéticas que se producen en el organismo.

No hay duda de que los colores que se escogen para la ropa, casa, la oficina y el automóvil, entre otros, pueden producir efectos profundos en el individuo. Durante mucho tiempo se ha sabido que los colores alivian el estrés, llenan a la persona de energía e, incluso, reducen el dolor y otros problemas físicos.

Cuando se desea producir un cambio en el estado de ánimo o aliviar alguna molestia, es vital escoger el color apropiado para lograr ese objetivo.